Agente Transaccional VS Agente Relacional

En el mundo de los bienes raíces, existe una diferencia fundamental en cómo los agentes abordan su trabajo y construyen su negocio. Esta diferencia se manifiesta principalmente en dos enfoques: el Agente Transaccional y el Agente Relacional.

El Agente Transaccional concentra toda su atención en el próximo acuerdo. Su enfoque principal es cerrar transacciones y ventas de propiedades, viendo a las personas a menudo como un "cheque de comisión". Este enfoque, centrado en la transacción inmediata, significa que el agente tiene que reconstruir su negocio cada año, ya que no invierte tiempo en construir relaciones profundas y pierde contacto con la mayoría de sus clientes después de que se completa la transacción. Trabaja en aislamiento, es inconsistente en la generación de clientes porque no tiene un sistema, y tiende a gastar mucho tiempo y dinero en clientes potenciales de internet. En esencia, al centrarse solo en la propiedad y la venta, el agente transaccional es tratado como una mercancía y tiene que ganar en precio, compitiendo a menudo por el costo.

Por otro lado, el Agente Relacional pone un énfasis particular en construir relaciones sólidas y duraderas con los clientes. Para ellos, las relaciones que cultivan siguen generando un flujo constante de referencias que se acumulan año tras año. Este agente tiene la mentalidad de un empresario y se enfoca en la relación a largo plazo. Posee un sistema para su negocio que le permite ser consistente, mantiene un contacto consistente con sus clientes actuales y pasados, y se dedica a proporcionar valor a su base de datos. Al centrarse en las personas y en ofrecer un nivel premium de servicio, el agente relacional genera un defensor de su marca y gana en valor, no solo en precio. Los clientes surgen de las relaciones generadas con su base de datos, de donde provienen las recomendaciones. A diferencia del transaccional, el relacional lleva un registro de su desempeño, gestiona su energía, busca crecimiento personal y toma responsabilidad, creyendo que nació para ganar.